viernes, 24 de diciembre de 2021

Segundo año en blanco (Cuento de Navidad)

Mientras en el interior de aquel local sonaba Dark Horse de Katy Perry ft. Juicy J, como si nos encontrásemos ante una extensión de la distopía que llevábamos padeciendo dos años, el sonido de los graves de la estupenda canción de la californiana se entremezclaba con las explosiones y bocinas que retumbaban en la calle. Pensaba entonces en los directos a los que había asistido durante el año. Igual que sucedió en 2020, el ejercicio se convertía en algo elemental, Zahara y su maravillosa, en todos los sentidos, "puta gira" era lo único que se me venía a la cabeza. Momentos de lucidez entre la enajenación constante que nos rodea día a día. Y es que antes de morir se puede ver la vida pasar delante de los ojos en los dieciséis minutos de distorsión que los señores Perarnau y Cabezalí exprimen y exprimen cada vez que tocan el "Berlín U5" al servicio, porque no se puede describir de otra manera, de la jienense Zahara.

Por un instante regresé al presente, con la mirada fija en lo que sucedía al otro lado del escaparate. Afuera en la calle nadie parecía inmutarse. Y es que, sin darnos cuenta, habíamos llegado al día D de los porteadores de emociones. Cada 24 de Diciembre, resurgen todos los dogmas del ser humano. De un lado a otro, acarrean, traen y llevan, portean cosas. Saludan hacia la acera de enfrente, y siguen porteando. Las colas ya no son solo cosa de la Navidad, hasta en eso hemos perdido. La finalidad de esta liturgia, percibo que portear a ese mismo lugar anhelado, y llegar. Algunos nos conformamos con bastante menos. 

sábado, 11 de diciembre de 2021

La Copa de Europa

Ojalá el verano durara para siempre.

Es curioso, como cuando menos te lo esperas vuelven a tu vida ciertas personas que un día pasaron por casualidad, y de la noche a la mañana se quedan para formar parte del presente. Últimamente tengo las emociones a flor de piel, y hay alguien que me está ayudando mucho a soportar las idas y venidas que rondan mi cabeza. Da igual que sea desde el barrio de Las Campas en la Vetusta de Clarín o desde el Natahoyo en la Gigia de Gaspar Melchor Jovellanos. Cuando alguien, desde el vacío cristalino de una sencilla copa de vino, es capaz de hacer sentir de esa manera, de hacer brotar su intelecto y las emociones hasta dimensiones que antes no había imaginado, entonces el resultado es completo,.. como caballos en la niebla,.. y salvaje.

sábado, 27 de noviembre de 2021

Puristas y eclécticos

Junio de 2008, la sala la Riviera de Madrid se encontraba a reventar a partes iguales entre puristas, y eclécticos. Todos los allí reunidos aunque pertenecientes a distinta clase y naturaleza disfrutamos sin discrepancias de una tarde-noche mágica y calurosa. Al salir del concierto con la emoción que duró esa velada y los días sucesivos, unos cuantos pusimos rumbo al Campo del Moro por el Paseo de la Virgen del Puerto. Don Enrique, el maestro, impasible y con una sonrisa de oreja a oreja nos estaba esperando, después subimos al Bar Rande de Calle Arriaza. Allí entre payos y gitanos cortando jamón y tomando algún que otro chupito de crema de orujo llegamos a la madrugada. 

martes, 15 de junio de 2021

Cuando la soga aprieta

Cuando la soga aprieta se vienen a la mente los buenos recuerdos que te depara la vida. El otro día viendo el vídeo de la canción Hong Kong de C. Tangana, rememoraba esos recuerdos de noches eternas en las que se termina haciendo de día sin darse apenas cuenta. Como el vídeoclip del "Apartamento" de Menta que aunque en la propia noche y sin culminar el amanecer, la letra de la canción es capaz de convertir esos momentos en eternos. 

domingo, 7 de marzo de 2021

Hong Kong

Se cumple un año del inicio de la pandemia mundial, en los últimos meses no he hecho otra cosa más que acumular y acumular provisiones. Es lo que me dice la lógica. Según se cuenta por ahí fuera el hielo en los vasos y el volver a respirar está muy cerca.

La lógica me decía que no volvería a ver este lugar de nuevo y eso es lo que hice, sobreviví, seguí respirando. Y un día esa lógica resulto estar equivocada porque la marea trajo una vela con que navegar. Y aquí estoy, de vuelta, en Memphis, hablando contigo, tengo hielo en mi vaso... Y he vuelto a perderla otra vez, estoy muy triste por no tener a Kelly pero me alegro de que estuviera conmigo en aquella isla. Y ahora se lo que debo hacer, seguir respirando, porque mañana volverá a amanecer y quien sabe que traerá la marea.