No logro recordar cómo terminó aquella conversación entre luz tenue, música, humo y alcohol. Desde entonces resultan innumerables las veces que se me vino ese recuerdo a la mente, para terminar haciéndome la misma pregunta, si los comerciales del sector reciben correos de idéntica manera que aquel tipo que nunca más volví a ver. Sigo sin encontrar respuestas.
jueves, 27 de julio de 2017
Consentía
Mientras la tarde del sábado de aquel primer fin de semana de Noviembre comenzaba a irse me encontraba en una fiesta en una vivienda del barrio de Monte Alto (A Coruña), allí un tipo espigado y apuesto que me acababan de presentar y que trabajaba en la rama del comercio de la cerveza aseguraba, en medio de la conversación que estábamos manteniendo, que la mayoría de sus correos electrónicos recibidos llegaban a horas fuera del horario comercial.
No logro recordar cómo terminó aquella conversación entre luz tenue, música, humo y alcohol. Desde entonces resultan innumerables las veces que se me vino ese recuerdo a la mente, para terminar haciéndome la misma pregunta, si los comerciales del sector reciben correos de idéntica manera que aquel tipo que nunca más volví a ver. Sigo sin encontrar respuestas.
No logro recordar cómo terminó aquella conversación entre luz tenue, música, humo y alcohol. Desde entonces resultan innumerables las veces que se me vino ese recuerdo a la mente, para terminar haciéndome la misma pregunta, si los comerciales del sector reciben correos de idéntica manera que aquel tipo que nunca más volví a ver. Sigo sin encontrar respuestas.
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