viernes, 2 de septiembre de 2022

Con la mente en blanco, y esa sensación...

 Con la mente en blanco, y esa sensación que dejan las vacaciones bien disfrutadas. Pensaba en ese momento, hacía ya casi un mes, en el que me marchaba de Benidorm rumbo a Montbrió, un lugar de paz en el interior de Tarragona que resultó ser un gran acierto, con parajes tan espectaculares como el pantano que me recorría cada día al amanecer y gastronomía (postre incluido) para el buen paladar como la que tuve el placer de disfrutar en Ca L'Amadeu de Vilanova. Dejaba la ciudad de los rascacielos, no obstante, con la misma sensación que la dejé tres años antes, en el verano de 2019, para coger un avión a Budapest desde Valencia, después de pasar de puntillas por la playa de Denia, sin haber probado una paella en condiciones.